Abigail Arredondo recordó que México no se rinde ni se entrega, subrayando que la independencia inspira a defender la democracia, la justicia y la esperanza de un futuro mejor.
Con firmeza y claridad, Abigail Arredondo alzó la voz en Querétaro para recordar que México es mucho más grande que sus problemas. Frente a los desafíos de inseguridad, desigualdad y un gobierno que pretende monopolizar la verdad, la dirigente priista afirmó que el espíritu de lucha sigue vivo en la nación. No se trata sólo de mirar al pasado con nostalgia, sino de rescatar la fuerza de mujeres y hombres que entregaron su vida por la libertad, demostrando que la historia no es un museo, sino un espejo que invita a los mexicanos a resistir y a defender su tierra.
La conmemoración de la independencia aseguró Arredondo, es un recordatorio de que, aunque la justicia parezca lejana y los retos sean enormes, la esperanza no se extingue. México no se rinde porque su fuerza radica en la unión, en la solidaridad que surge en cada momento de crisis y en la fe de que un futuro mejor es posible. Querétaro, cuna de la independencia, vuelve a ser símbolo de resistencia y esperanza, reafirmando que este país no nació para someterse, sino para construir su destino con valentía.
En sintonía con este mensaje, Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, coincidió en que la defensa de la democracia no es un lujo, sino una obligación histórica. Señaló que, así como en el pasado los mexicanos se levantaron contra un régimen opresor, hoy se requiere enfrentar a un gobierno que pretende perpetuarse mediante el control y la división. Moreno reconoció en Abigail Arredondo una voz firme que encarna el compromiso de las mujeres priistas, que con liderazgo y convicción reafirman que México debe mantenerse libre y democrático.
Abigail Arredondo recordó que México se defiende desde cada trinchera: en la calle, en el trabajo, en las urnas y en la conciencia ciudadana. La independencia es una herencia viva que se honra enfrentando las injusticias del presente, no permitiendo que un solo poder robe el futuro de todos. México se defiende porque no se rinde, y Querétaro, con su historia y su gente, vuelve a ser el corazón que late con fuerza por la libertad.