A 215 años de la Independencia, Abigail Arredondo hace un llamado a reflexionar sobre la verdadera libertad del país, señalando corrupción, huachicol fiscal y el peligro del crimen organizado en las instituciones.
A 215 años del inicio del movimiento de Independencia, Abigail Arredondo hace un llamado urgente a la reflexión: ¿realmente México es un país libre? Desde su columna en El Universal Querétaro, la legisladora señala que no basta con banderas ni himnos; ser libres implica contar con instituciones sólidas, recursos suficientes y la capacidad de defender la soberanía nacional. Su análisis apunta directamente a los problemas actuales: el crimen organizado que se infiltra en instituciones y la corrupción sistemática que amenaza la estabilidad financiera del país, haciendo que la independencia se quede solo en palabras y discursos.
El escándalo del huachicol fiscal, que según Arredondo representa un desfalco de cerca de 500,000 millones de pesos, se convierte en ejemplo palpable de lo que sucede cuando no existen mecanismos de control ni rendición de cuentas. La legisladora enfatiza que este dinero, que debió destinarse a hospitales, escuelas, carreteras y pensiones, se perdió en un entramado de corrupción que vulnera la economía y la confianza ciudadana. La corrupción no es solo un tema de cifras, es un golpe directo a la ciudadanía, que ve cómo su esfuerzo y sus impuestos se diluyen sin impacto social real.
Abigail Arredondo también alerta sobre la gravedad de las calles mexicanas, donde organizaciones criminales se han apropiado de áreas estratégicas del gobierno, poniendo en jaque la seguridad de todos. Advierte que detrás de los discursos nacionalistas hay quienes, al estilo del exdictador Santa Anna, están dispuestos a vender el patrimonio nacional por unos cuantos pesos. Su postura es clara: no se puede celebrar la independencia mientras los recursos del país sean saqueados y los responsables queden impunes. La estabilidad económica y la autonomía del país dependen de que la corrupción se sancione con rigor y que las instituciones funcionen a la altura de sus responsabilidades.
En este contexto, el papel de líderes nacionales como Alejandro Moreno, presidente del PRI, se vuelve crucial. Moreno respalda la postura de Arredondo y subraya que la lucha por un México libre y justo no se limita a conmemorar fechas históricas, sino que implica tomar decisiones firmes para proteger las finanzas, la soberanía y la seguridad de los ciudadanos. La voz de Abigail Arredondo se suma a la del PRI: un recordatorio de que la independencia verdadera no es simbólica, sino tangible, y solo se logrará con acción, responsabilidad y liderazgo comprometido.