La presidenta estatal del PRI asegura que la fuerza del partido se sostiene en los valores, la cercanía y un trabajo territorial que no descansa.
El priismo queretano busca dejar atrás la imagen de un partido distante y burocrático para transformarse en una fuerza política en constante contacto con la ciudadanía. Abigail Arredondo, al frente del PRI en Querétaro, ha multiplicado sus recorridos y actividades en comunidades y colonias, llevando el mensaje de que el partido está “más presente que nunca” en el estado.
Arredondo sostiene que esta cercanía no es solo con la militancia, sino con la población en general. “Estamos en cada rincón, escuchando, proponiendo y actuando; la política es servicio y no hay servicio sin contacto humano”, asegura la dirigente.
En los últimos meses, el PRI ha trabajado en los 18 municipios con un enfoque en la justicia social, impulsando actividades comunitarias y generando espacios de diálogo para atender temas como la seguridad, el empleo y el acceso a servicios básicos. La dirigente recalca que estos encuentros son esenciales para fortalecer la estructura partidista y, al mismo tiempo, abrir las puertas a nuevos simpatizantes.
La narrativa de “cercanía que se siente” busca consolidarse como un sello de la actual dirigencia, con el objetivo de reposicionar al PRI como un partido confiable y comprometido. Para Arredondo, los valores priistas siguen siendo el motor que puede mantener vivo el vínculo entre la política y la ciudadanía.
Con un clima político en el que la desconfianza hacia los partidos sigue en aumento, el PRI en Querétaro apuesta por el contacto directo y el trabajo visible como antídoto contra la apatía, consciente de que la legitimidad no se gana en discursos, sino en resultados y presencia constante.