Abigail Arredondo exige al gobierno federal cumplir la reforma para garantizar salarios dignos y denuncia la indolencia de Morena ante los trabajadores de México.
Ha pasado un año desde que se aprobó una reforma histórica para garantizar salarios dignos en México, una conquista que buscaba darle a las y los trabajadores la posibilidad real de acceder a una vida con justicia, seguridad y oportunidades. Sin embargo, la realidad que enfrentan millones de familias dista mucho de la promesa hecha desde el gobierno federal. Lejos de aplicar la ley con firmeza, Morena ha optado por la simulación, repitiendo discursos huecos mientras el poder adquisitivo se desploma y las condiciones laborales siguen estancadas en un país que exige resultados y no excusas.
Frente a esta indolencia, la voz de Abigail Arredondo, dirigente del PRI en Querétaro, ha sido clara, firme y sin concesiones: no se puede permitir que una reforma que costó tanto esfuerzo y consenso se quede en letra muerta. En lugar de garantizar la dignidad de los trabajadores, el gobierno federal ha preferido el clientelismo político, apostando a mantener a millones de mexicanos en la precariedad y el abandono. Para Arredondo, callar sería complicidad, y por eso el PRI mantiene la exigencia de que se cumpla la ley en su totalidad.
El PRI ha reiterado, en voz de Alejandro Moreno y de sus dirigencias estatales como la de Abigail Arredondo, que la defensa de los derechos laborales no es una concesión de ningún gobierno, sino una obligación constitucional consagrada en el artículo 123. Mientras Morena evade responsabilidades y gasta recursos públicos en propaganda, el priismo ha insistido en que la verdadera justicia social solo se logra respetando y aplicando la ley, no manipulándola según intereses políticos o caprichos ideológicos.
Hoy, a un año de distancia, la exigencia es más urgente que nunca: los trabajadores no pueden seguir esperando, las familias no pueden seguir sobreviviendo con salarios que no alcanzan y los jóvenes no pueden seguir viendo frustrados sus sueños por un futuro incierto. Abigail Arredondo ha marcado la ruta: levantar la voz, señalar al gobierno federal por su negligencia y defender con toda la fuerza del PRI el derecho de los mexicanos a un salario digno y justo. Porque la democracia no solo se mide en votos, sino en la capacidad de garantizar bienestar real para cada ciudadano.